domingo, 17 de octubre de 2010

¿Vocación?

La carrera docente es una carrera vocacional. Muchas veces he tenido que escuchar, leer e incluso aprenderme este concepto como la base del éxito como maestro. Pero que es la vocación? La RAE define la vocación como la inclinación a cualquier estado, profesión o carrera. También lo relaciona, como muchos lo interpretan, a una llamada o convocación (supongo que divina). La verdad que me parecen auténticas chorradas y se confunde vocación con profesionalidad. Para ser un buen maestro hay que ser un buen profesional, de la misma manera que para ser buen juez hay que ser un buen profesional del derecho y la justicia.

Ahora mismo nos encontramos, yo y mis compañeros, en la situación de alumnos, pero dada la situación de la carrera que estudiamos no podemos evitar el futuro punto de vista docente. Por ejemplo, en clase me muestro distraído, grosero y muchas veces impertinente hacia mis profesores. Está claro que no deseo tener alumnos como yo cuando sea maestro, pero mi comportamiento me va preparando para la que me voy a encontrar. Estos días, mis compañeros y yo hemos demostrado una ineficacia total a la hora de trabajar en grupo. Esto nos lleva a dos conclusiones. La primera es que los trabajos en grupo son algo muy difícil y lógicamente más complicado que el trabajo individual. La segunda es que des del punto de vista docente tampoco seriamos capaces de gestionar a un grupo de alumnos que están trabajando en colectivo.

Pero lo más preocupante de todo es el individualismo patético que parece que reina en la sociedad y como muestra representativa también en la facultad. Creer que la vida es una puta competición es lo más asqueroso que puedo escuchar. El deporte es una bella competición. La vida es algo que solo pasa una vez y que lo único que deseo es ser FELIZ. La felicidad me la da el bienestar propio y el bienestar de mis allegados y dentro de los allegados están los que algunos creen mis competidores… mis compañeros! Llevar la competición a la escuela seria como llevar a los alumnos de visita a un vertedero y enseñarles los desechos humanos. La aspiración a ser el mejor es algo digno, pero la dignidad se pierde cuando para ser el mejor se necesita abrirse paso a codazos contra los demás.

Crear grupos intelectualmente elitistas para conseguir un objetivo de excelencia me parece lo más insolidario que se puede hacer dentro de un grupo de estudiantes. La segregación entre virtuosos y mediocres es la máxima de esta sociedad individualista que tanto criticamos. No todos somos igual de guapos y no todos tenemos las misma capacidades intelectuales. Lo que nos puede hacer grandes y ayudarnos a evolucionar es el hecho de estar codo con codo para aprender de nosotros mismo y ser conscientes que todos somos diferentes pero igualmente vellos e inteligentes. Resumiendo, que hay que ser profesionales joderr!
No busco un diez, busco la felicidad…


El león que se queda fuera de la manada,
vaga solitario por la sabana
mientras las hembras lo siguen con la mirada. DMR