martes, 3 de agosto de 2010

Mamíferos egocéntricos

Esta mañana, en mi pesada rutina matutina de tomar el primer café del día apoyado sobre la fachada de mi querido trabajo, he empezado a filosofar conmigo mismo. No es que sea algo poco habitual, la verdad es que lo hago muy a menudo, lo de tomar café es obvio que sí, pero me refería en este caso a lo de “filosofar conmigo mismo”. Y filosofando que te filosofa, me he dado cuenta de lo narcisista que llegamos a ser los seres humanos y de la cantidad de hipócritas que hay entre nosotros. Para desarrollar todo esto de una manera rigurosa, lo expondré tal y como se merece, con una serie de ejemplos demoledores que retumbarán cualquier consciencia. Os pensáis que no puedo ser capaz? Toma ahí un ejemplo de narcisismo!
Cualquier niño, pongamos de hasta unos 18 años de edad (siguen siendo niños sean del sexo que sea) no reconocerá jamás que es incapaz de hacer algo y lógicamente siempre creerá que puede llegar a hacer lo que sea, mucho mejor que cualquier otro semejante. En el fútbol, en el salto a la comba… Da igual, aunque no lo reconozca públicamente (la humildad es algo que se nos mete ya de pequeños) en su interior tendrá la clara combinación de que quien manda, es él!
Como es lógico, nos vamos haciendo adultos y vamos reconociendo que no somos precisamente “los reyes del mambo” en todo. Pero somos muy conscientes de lo que sí se nos da bien y en eso, que nadie se atreva a plantarnos cara. Por ejemplo, muy pocas personas son capaces de reconocer que son malos conductores. Si nos encontramos en situación de posible accidente, sacamos toda nuestra ira contra el contrario. Por supuesto la otra persona pensara de igual manera, que la culpa no es suya, y es en ese preciso momento… Se lía el pollo! Nos transformamos en seres diabólicos (y el que no lo hace es porque sabe que si no pierde la compostura podrá joder más al otro).
El más tonto ve al inteligente dar un discursito y piensa rápidamente: Déspota! El más feo, ve al más guapo y dice: Es gay! y las mujeres dicen: Puta! Los abuelos a veces discuten por temas totalmente absurdos, pero siempre hay uno que dice a regañadientes: Este ya chochea! Y por supuesto en un matrimonio de ancianos nunca se sabe quién de los dos es el que se está quedando sordo, porque ninguno de los dos lo reconocerá jamás!

Por ejemplo, supongo que muchas mujeres podrán corroborar esto siguiente. Me es claro de suponer que un hombre jamás va a poner en duda lo buen amante que es en el catre. Que hombre en su sano juicio va a pensar de si mismo que lo del “mete saca” no se le da bien! Es una de la cosas que mejor se le debería de dar bien! He aquí otro claro de narcisismo masculino.
Un consejo para la próxima conversación que tengáis con seres humanos, si reconocen una debilidad, o padecen algún tipo de neurosis o no son realmente seres humanos o están mintiendo claramente.
Ya para acabar, al próximo que os diga: Yo es que tengo una autoestima muy alta. Lo que realmente está diciendo es: Dios, no hay nadie que más pueda querer que a mí mismo! Por lo menos, este último no está mintiendo del todo, aunque la mentira es otro tema digno de mencionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario